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Mirando a mis pies

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Recursos para tu bienestar / Reflexología

Mirando a mis pies

¿Cuánta atención prestamos a los pies en nuestro día a día? ¿Somos conscientes de todo lo que soportan a diario y el poco caso que les hacemos?

Normalmente, cuando doy un masaje en los pies de reflexología la sensación de quien lo recibe por primera vez siempre es la misma: “no sabía que un masaje en los pies podía relajarme tanto”. Y es que los pies nos soportan durante todo el día, a veces con un calzado inadecuado, a veces durante horas y horas de pie, a veces caminando durante todo el día o una combinación de todas ellas y la verdad, que tienen muy bien asumida su función porque la realidad es que se quejan bastante poco. Es muy habitual sentir dolor de espalda, de cabeza, de cadera… pero los pies no suelen protestar demasiado. 

Eso sí,  que no protesten no significa que no debamos cuidarlos, prestarles atención, mirar a nuestros pies como lo que son, quienes nos soportan y nos llevan a donde nosotras queremos de una manera muy agradecida. Y  la verdad, que en cuanto les prestamos un poco de atención y cuidados nos damos cuenta del bienestar que esto nos produce. 

Un masaje en los pies de vez en cuando está claro que sería una manera muy placentera de cuidarlos, pero eso no siempre es posible, así que aquí os dejo 6 tips  que podéis incluir en vuestras rutinas de una manera sencilla y que os aportarán un granito de arena en la relajación y cuidado personal tanto física como emocionalmente hablando. 

  • Baños de sal

Este cuidado es uno de mis favoritos y es algo que no tenemos tan presente normalmente, pero que podemos introducirlo en nuestras rutinas de una manera sencilla. 

Un baño de agua con sal es un tratamiento muy económico que se puede realizar en cualquier lugar y totalmente natural. Al mismo tiempo, aporta muchos beneficios ya que es relajante, terapéutico y proporciona sensaciones muy placenteras. 

Algunos de sus beneficios son que potencia la circulación, alivia el estrés y la tensión de los pies, combate el mal olor, suavizan durezas y callosidades, rebaja las cefaleas y jaquecas, mejora la eliminación de las células muertas de la piel y ayuda a calmar los dolores de la artritis en los pies.

  • Mi baño de sal favorito

Esta ”receta”  me llegó de la mano de Nasei (www.naseiorganic.com) y es mi favorita con diferencia. Además de conseguir los efectos de la sal junto con los aceites esenciales, el aroma que desprende es espectacular.  

  • Agua caliente mezclada con dos puñados de sal marina. 

El agua caliente hace que los poros se abran y tanto la sal como las esencias penetren más profundamente. Si no te gusta el agua muy caliente intenta que por lo menos esté templada para que haga el efecto deseado. 

  • Añade unas gotas de esencia de Salvia para desodorizar.
  • Añade unas gotas de esencia de Romero para relajar los músculos.
  • En caso de tener artrosis o artritis puedes utilizar sales de Epsom  ya que el magnesio de éstas ayuda a reducir la inflamación de las articulaciones. 
  • Automasajeate los pies un ratito cada día

Si el baño de sal es una excelente terapia relajante, siendo realistas, posiblemente no la realicemos a diario porque requiere de cierta elaboración. Sin embargo, cada día un ratito, mientras nos sentamos a descansar en el sofá o cuando nos vamos a la cama, podemos coger un poco de crema o bálsamo y masajear nuestras plantas de los pies. Esto ayuda a mejorar la circulación y relaja el tejido de las plantas del pie. Además, aun sin tener conocimientos de reflexología, el hecho de realizar este masaje hace que estimuléis los puntos reflejos correspondientes, por lo que la terapia será doblemente efectiva. 

Es importante fijaros en qué crema o bálsamo utilizáis ya que las propiedades de cada uno son diferentes. Yo siempre recomendaré utilizar cosmética BIO porque todos los ingredientes de una crema entran en nuestro organismo a través de la piel. A veces parece que como nos lo damos de manera externa no es tan importante y nada más lejos… TODO penetra y entra en nuestro cuerpo por lo que es imprescindible fijarse bien en qué cosmética utilizamos. (hablaré más detalladamente sobre esto en otro post).

Aquí os dejo un enlace del bálsamo que yo utilizo en mis masajes, no sólo porque sus ingredientes son 100% naturales, su aroma a mandarina y geranio es indescriptiblemente maravilloso, sino que además es un bálsamo que dura muchísimo sobre la piel y favorece el poder dar masajes sin tener que estar todo el tiempo “cogiendo” más crema: https://naseiorganic.com/collections/cuerpo/products/balsamo-mini-nutritivo-de-mandarina-y-geranio

  • Utiliza una pelota de masaje

Otra manera muy efectiva de masajearse los pies, si el hecho de estar con la crema en una postura “no muy cómoda” dándote un masaje no te resulta efectivo, puedes hacerte con una pelota de masaje. 

Existen muchas en el mercado, algunas de ellas con una especie de pinchos que estimulan mucho mejor las zonas reflejas del pie, pero puede servir cualquier pelota que sea un poco dura y con un tamaño que nos quepa en la mano. 

Se trata simplemente de ponerla debajo del pie y moverlo hacia delante y detrás y hacia los lados, pasando la pelota por todas las zonas del pie. 

Esto conseguirá un efecto relajante de todos los músculos de la zona, nos aliviará la tensión acumulada y si estás utilizándola con “pinchos”, estimulará como ya he dicho las zonas reflejas de los pies haciendo al mismo tiempo terapia en todo nuestro cuerpo. 

  • Siempre que puedas, quítate los zapatos!

Caminar descalza tiene muchísimos beneficios y aunque no siempre podemos hacerlo, sí que está bien tenerlo presente para aprovechar cada ratito que podamos  y quitarnos los zapatos. 

Caminando descalzas favorecemos cosas como desarrollar el equilibrio, liberar emociones, descansar mejor, aumentar la energía o reducir el dolor de cabeza. Además al andar descalza favorecemos, una vez más, lo que para mí es de lo más importante en los pies, estimular los puntos reflejos llegando a cualquier parte del organismo.  Por no hablar de lo liberador que es andar sin calzado y lo estimulante que es sentir la tierra bajo tus pies. 

Acostumbrarse a estar descalza en casa puede ser una opción bastante sencilla, pero os animaría a quitaros los zapatos y calcetines cada vez que estéis en la arena, la hierba… cualquier entorno natural en el que podáis sentir a través de vuestros pies la naturaleza… porque además de todo lo mencionado anteriormente, vuestro cerebro empezará a fabricar serotonina provocándoos una sensación inmensa de bienestar. 

  • Utiliza calzado adecuado

Esto parece una obviedad, y no me voy a entretener demasiado aquí, pero a veces parece que se nos olvida que un calzado que nos aprieta o nos hace daño, o utilizar tacones demasiado tiempo provoca que nuestros pies se resientan o incluso lesionen. Prestar atención a qué calzado utilizamos y cómo nos sentimos con él es el primer paso para tener conciencia de cómo estamos cuidando a nuestros pies. 

  • Vigila la transpiración

Y por último, esto puede parecer también otra obviedad, pero creo que es algo que debemos tener en cuenta y muchas veces no hacemos. Utiliza calzado o calcetines que transpiren,  estos últimos idealmente de algodón. Si los pies no transpiran, aumenta la sudoración y el mal olor, lo que puede fomentar la aparición de hongos. Unos calcetines de algodón absorben el sudor y consiguen que nuestros pies estén más frescos, secos y que respiren mejor, lo que al mismo tiempo nos transmite una mayor sensación de bienestar. 

Y  hasta aquí están mis principales consejos para cuidar nuestros pies, a veces… esos grandes olvidados. Sobre todo, espero haber transmitido que prestando atención a esta parte del cuerpo no solo cuidamos de ella sino que cuidamos de todo nuestro cuerpo y mente consiguiendo calma, relajación y bienestar en general. 

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