Calmar la mente, esa vocecilla que está todo el día dando vueltas, esos pensamientos automáticos, la lista de la compra, todos los sitios a los que tenemos que ir, esa conversación que fue o que creo que será, que se repite una y otra vez en mi cabeza, las preocupaciones, mañana o ayer… da igual, es que a veces estamos con la mente tan activa en otras cosas que desde luego donde no estamos es aquí, en el único lugar real que tenemos, sin pretender que suene demasiado utópico, el aquí y el ahora. 

Y no, yo no estoy siempre ahí, no tengo una vida tan “zen” como me gustaría, no consigo tener siempre mi mente calmada, no consigo no correr ni pensar en cien cosas a la vez, no consigo tener siempre una paciencia infinita con mis hijos ni si quiera tomarme el tiempo que me gustaría para cuidarme. Pero es verdad que en los últimos años he ido añadiendo a mi vida pequeñas cosas, a veces más y a veces, hay temporadas que parece que se me olvidan, pero que en cuanto me doy cuenta intento retomar. He ido conociendo y escuchando experiencias y algo que me parece muy importante, me he dado cuenta de que no todo funciona para todo el mundo y que cada persona tiene que encontrar su técnica. 

Hoy os voy a hablar de algunos recursos que a mí me han ayudado mucho, o algunos que no han encajado conmigo y sin embargo sí con personas muy cercanas a mí. Cuando empecé con las terapias para el autocuidado, y veía algo que me funcionaba a mí muy bien, quería compartirlo con todo el mundo con la ilusión de que eso les iba a funcionar a esas personas también.

Por suerte para todas ellas… con el tiempo me he dado cuenta de que no, que algo que a mí me va bien, quizá a otra persona no le funcione y necesite otra cosa. He recopilado algunas de ellas y espero que podáis encontrar la vuestra, introducirla poco a poco en vuestras vidas y conseguir ir calmando esa  mente empezando pasito a pasito, por momentos o temporadas, todo suma y nos ayuda a  estar más conscientes y presentes. 

Tómate tiempo para ti

Sí, así de sencillo y de difícil al mismo tiempo. En mi caso soy madre de dos niños pequeños…  (ahora mismo se que a cualquier madre que me esté leyendo le ha dado la risa con lo de tomarse tiempo para ella… pero en serio, creeme, se puede y es muy muy importante) Y aunque no lo seas,  y no sea la maternidad lo que te quita tiempo, la vida que llevamos hoy en día nos deja muy poco margen para esto. Y de verdad que hay un mundo de diferencia entre tener nuestros espacios y no tenerlos. 

Lo primero busca eso que te hace sentir bien, da igual que sea dar un paseo, leer, escribir, escuchar música, bailar (ahora mismo en casa tendría que ser…), hacer deporte, tocar un instrumento, cantar… no se, cualquier cosa que cuando la haces te sientes bien y búscale un hueco en tu día a día.

Pero un hueco real, apúntalo en la agenda, en fosforito, en el calendario de la nevera o ponte una alarma en el móvil, el sistema que mejor te encaje, ponte un horario y una meta realista porque si no, no lo vas a cumplir y no volverás a intentarlo. Y dedícate ese rato, según tu situación podrá ser un hora o dos al día o una a la semana, lo que sea pero búscalo y no dejes que el trabajo, la familia, la pareja y ese largo etc que nos buscamos te lo impida, ponte a ti por delante de todo lo demás, porque si tú no estás bien, no podrás estar bien con los demás.

El silencio

Si buscar tiempo para mí ha sido todo un reto, encontrarme bien en silencio ha sido algo peor todavía. Es algo que me cuesta mucho, que me da vértigo, en mi caso es esa sensación de cuando te dejas el móvil en casa y crees morir por un segundo… y luego te das cuenta de que no solo no pasa nada… sino que estás mucho mejor? Pues yo con el silencio tengo esa relación.

Cuando me quedo sola tiendo a poner la tele, leer (que leer no es estar en silencio… sino en una historia que no emite sonidos pero que está en tu mente), escuchar música o llamar a alguna amiga. Pero entonces es cuando me doy cuenta y decido enfrentarme a ello. A veces me cuesta pero en cuanto estoy un rato en silencio y sin distracciones (nada de móvil, ni libros, ni nada) entonces mi mente empieza a bajar revoluciones, estoy conmigo misma y consigo momentos de paz. 

Hay personas a las que esto no les cuesta nada o no les cuesta tanto, en esos casos el silencio para calmar la mente es todavía mucho más efectivo, porque no tienen que luchar contra ese miedo que tengo yo, así que digamos que en esos casos aprovechan más rato esta técnica .-)

Meditaciones guiadas

Este recurso es algo que en los últimos años se ha puesto al alcance de todas nosotras, porque en Youtube podéis encontrar millones, de todos los tipos, idiomas, duración…

Es una manera muy efectiva de escuchar a alguien, seguir lo que dice y llegar a relajarte y calmar la mente. Si eres de esas personas que la actividad mental hace que te cueste dormir por las noches, te recomiendo probar esta herramienta porque realmente funciona.

Eso sí, es importante que encuentres una meditación que se adapte a ti, la voz tiene que resultarte agradable, tienes que entenderle bien, la música que utilizan también tiene que resultarte relajante y el tema del que hablen tiene que conectar contigo. Y creo que todo esto es importante porque si no, el efecto será el contrario y escuchar a esa persona a la que no entiendes bien, que está hablando de cosas demasiado “espirituales” para ti o con esa música de fondo que te activa el cerebro… solo conseguirá ponerte nerviosa y nada de calmar la mente. 

Y en esto no hay unas que estén bien y otras no, es simplemente que cada persona conectamos con una cosa u otra, nada más. En mi caso, me funciona tan bien que calmo mi mente y me duermo casi con cualquier meditación guiada, da igual de lo que hablen, así que suelo elegir algunas con determinados temas en función de lo que quiera en ese momento, pueden estar hablando de salud, de autoestima, de abundancia o solamente de relajar el cuerpo y la mente.

Pero por ejemplo, mi pareja en cuanto las escucha desconecta porque a él este tipo de meditaciones no le hacen ningún efecto, así que te animo a ir poniéndote diferentes opciones y buscando cuales te funcionan. 

Aquí añado que hay personas a las que les funciona mucho mejor ponerse simplemente música relajante o incluso un podcast de algún tema que te interese (no demasiado porque si no, tampoco te vas a dormir… ).

Ya ves que las diferentes técnicas son totalmente contradictorias unas de otras, escuchar una meditación o podcast o estar en silencio, tan diferentes y tan efectivas a la vez!

Busca qué te ayuda a bajar “revoluciones mentales”, qué te sienta mejor utiliza la que más se adapte a ti o úsalas todas dependiendo del momento y el día. Pero sobre todo, lo importante es que empecemos a tener conciencia de qué debemos calmar nuestra mente, bajar revoluciones y qué cosas podemos hacer fácilmente para conseguirlo.